Estos días he tenido “la suerte” de estar cerca de una vida mártir , César Fernández, el misionero español matado este viernes en Burkina Faso por los yihadistas en un atentado, muy cerquita de donde nosotras vivimos, en la frontera entre Togo y Burkina. Misionero en África desde 1982, fundador de la presencia salesiana en Togo, dónde estuvo muchos años, ahora su destino era Burkina, viajaba con dos hermanos togoleses de Lome a Ouagadougou (capital de Burkina) y todo esto sucedió en la frontera. César, tomamos tu relevo , entendía yo, cuando estábamos despidiéndonos de él, en la Morgue de Dapaong, en nuestra ciudad, y el lugar donde vinieron a depositar su cuerpo durante 2 días hasta su traslado a Lome, para luego ser enterrado en España. El domingo toda una representación de sacerdotes y religiosos(as) de aquí, junto con las autoridades y los salesianos fuimos a despedirle y darle gracias por su vida enterrada aquí, hasta el final. Fue ese momen...
Aunque estoy en España, mi corazón sigue latiendo cerca de los hermanos africanos....y quiero hablar sobre ello.