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Mostrando entradas de agosto, 2018
Me llamo Fernando, tengo 28 años y quiero compartiros un fragmento de mi experiencia en Togo. Los kilómetros de tierra roja se consumían a nuestras espaldas desde Dapaong hasta llegar a Lomé. Después de un mes habíamos hecho el viaje de vuelta para comenzar el retorno a nuestras casas.  Eran las 5 de la mañana cuando la Hermana Christa cargaba nuestros equipajes en el coche. Mirándome y sonriendo me dijo: "son más ligeros que cuando vinisteis". Sí, así es querida Christa.  Nuestras maletas pesan menos ahora. Traíamos unas pesadas mochilas llenas de "por si acasos". Por si llueve, por si tenemos dolor de estómago, por si hay que matar hormigas... traíamos maletas llenas de clichés sobre África que nos quieren inducir desde occidente. La pobreza, el hambre, la muerte, la migración ilegal o la precariedad. Todo ello existe, no lo voy a negar. Pero nuestras maletas ahora viajan llenas de experiencias que nos han descubierto estos pueblos. Y es que aquí he
Mi nombre es Irene, tengo 23 años y este mes estoy viviendo una experiencia misionera en Togo .  Ha sido muy difícil escribir este testimonio, es difícil ponerle palabras a todo lo que se vive en un país como este. No puedo dejar de agradecerle a Dios haberme traído en volandas hasta esta tierra que tenía preparada para mí.  Esta semana hemos compartido la misión con un grupo de unos 25 jóvenes de Dapaong y Lomé.  Por las mañanas, en grupos de 5 personas íbamos por el barrio de Worgou en Dapaong, puerta por puerta, compartiendo la fe con las personas que nos recibían. Personalmente no entendía muchas de las cosas que allí se hablaban por la diferencia de idioma. Sin embargo sentía muy fuerte que no era necesario entenderlo absolutamente todo para apreciar que algo cambiaba en la mirada de las personas con las que teníamos este encuentro, el brillo de sus ojos, la sonrisa en su cara.  Por las noches hemos podido disfrutar en especial de dos veladas de oración que

Cartas desde Togo...de Jose Lorenzo

Pedro, por ejemplo, es un niño de 11 años de edad, que vive en Valencia en una bonita casa junto con sus padres y su hermana mayor. Pedro, al igual que su padre, sueña con ser un gran empresario y conocer infinitos lugares, pues le encanta viajar. A este, como a casi todos sus amigos/as, le apasionan los videojuegos, las nuevas tecnologías y publicar cosas a través de las redes sociales. De hecho para su cumpleaños ha exigido a sus padres el último modelo móvil de la marca Iphone, así poder destacar entre sus compañeros/as. En otra parte del mundo, exactamente a 4.896 km de distancia, en Dapaong (Togo), Sandrine, sin necesidad de ejemplo, saca agua de un pozo para unos extranjeros llegados desde España. Los cuales admiran con asombro la destreza de la muchacha y prueban inútilmente baja su mirada compasiva. Sandrine, tiene 13 años, es huérfana de padre y vive junto con sus hermanos en casa de François, un hombre que les cuida y educa a cambio de su ayuda. Posiblemente, a día

Carta desde Togo... de María

Mi nombre es María, tengo 24 años y soy enfermera y profesora de formación profesional sanitaria. El 23 de julio viajé junto a 4 compañeros más a Lome, Togo, para vivir la que está siendo mi primera experiencia misionera.  Aquí, convivimos con las hermanas misioneras Servidoras del Evangelio, primero en Lome y actualmente en Dapaong. Gracias a ellas, estamos viviendo experiencias realmente increibles. Si tuviera que decir una palabra que expresara la experiencia vivida hasta el momento, la palabra elegida sería "amor". Pero un amor con diferentes matices. Por una parte, está el amor sufrido: es el amor que siento gracias al cansancio, al acabar cada día sin energía. Es un amor dado por cada una de las personas que nos vamos encontrando aquí en el día a día. Es un amor pleno, lleno del espíritu de Dios que encuentro a través de la gente y de mi misma.  Por otra parte, también he encontrado el amor entregado. Es el amor que surge de olvidarse de uno mismo, y de